El cantautor mexicano, Alejandro Fernández, nuevamente conquistó los corazones de los salvadoreños con una función que quedó para el recuerdo, esto por medio gracias a un recorrido de dos horas de sus mejores composiciones de su gira “Hecho en México”. Además, público y el artista realizaron un breve homenaje al también cantante, Vicente Fernández, que es padre de «El Potrillo».
La cantante salvadoreña LuzMa Andrade fue la encargada de poner el toque nacional al espectáculo, con un popurrí de pop, baladas y rancheras.
Pasadas las 9:30 de la noche, acompañado de su mariachi el mexicano apareció en el escenario interpretando la canción «Sin tantita pena», seguido de «Mujeres».
«Me moría de ganas de estar aquí, gracias por hacer esta noche especial, los quiero mucho El Salvador», dijo «El Potrillo», saludando a su público.
Vestido con su traje de charro recordó los inicios de su carrera con «Si tú supieras» y «No sé olvidar».
No pudieron faltar sus grandes éxitos «Mátalas», «Qué voy hacer con mi amor», «Qué lástima «, «Caballero», «Cómo quien pierde una estrella», entre otros temas que marcaron el éxito de su carrera.
Las baladas «Te voy a perder» y «Me dediqué a perderte», fueron de las más coreadas de la noche.
«A lo largo de la cuarentena me moría de ganas de estar en un escenario y cantarles para agradecer que estamos aquí», dijo antes de interpretar «Eso y Más» de John Sebastian.
El concierto finalizó con un homenaje a su padre, Vicente Fernández, quien falleció el pasado 12 de diciembre de 2021.
«Vamos a recordar al viejo con esta canción», dijo antes de interpretar «Estos celos», luego cantó «Por tu maldito amor», «La diferencia», «Hermoso cariño», entre otros éxitos.
Alejandro Fernández es uno de los referentes del género ranchero, suma 17 álbumes de estudio y ocho álbumes recopilatorios, que ha grabado a lo largo de su carrera.
Muchos fans del intérprete de “Me dediqué a perderte” se presentaron en el Estadio desde varias horas previo al concierto, muchos de ellos motivados por no perderse ni un solo minuto del concierto de quién descubrió su pasión por la música a temprana edad por su padre, Vicente Fernández.
En el ambiente previo a la presentación del mexicano, los comerciantes aprovechan la ocasión para ofrecer a los asistentes productos con el nombre o imágenes de «El Potrillo».